Uno de los momentos más importantes para un estudiante universitario es el TFG. El trabajo de fin de grado es sinónimo de que la carrera está finalizando y en consecuencia hay que hacer un pequeño esfuerzo para acabarla bien y así tener más opciones a la hora de encontrar un puesto laboral. El TFG no solo se realiza en los grados, también en los másteres universitarios.
Hay que tener en cuenta que el TFG es obligatorio desde el momento en el cual el Plan Bolonia entró en las universidades. Desde ese momento, todos los universitarios que decidan finalizar sus estudios tienen que entregar el trabajo de Fin de Grado.
El trabajo no es fácil, por lo que los expertos recomiendan no dejarlo para última hora. Lo más recomendable es comenzar a hacerlo poco a poco desde el momento en el cual sabemos el tema. Si se comienza a realizar al comienzo, es más fácil tenerlo a tiempo y el trabajo siempre será de más calidad. Si se deja para última hora, no solo se corre el riesgo de no acabarlo, sino también se corre el riesgo de que el trabajo sea de mala calidad.
¿Cómo hacer un TFG si no tenemos tiempo?
Es una de las preguntas más comunes que se suelen hacer los universitarios. A pesar de que siempre se advierte de que hay que comenzar a realizarlo con tiempo, la gran mayoría de universitarios lo dejan para el final. Luego se dan cuenta de que la carga de trabajo es tan grande que no pueden hacer frente a todo.
Pero por suerte, hay solución para todo. En ese caso puede ser una buena idea solicitar ayuda de universitariosenapuros.com. En esa web se pueden contratar los servicios de profesionales. Gracias a su ayuda podrás obtener un TFG personalizado dentro del tiempo de presentación. Es decir, podrás despreocuparte de una tarea y centrarte en otras. Así te será mucho más fácil superar el curso y obtener el título universitario. En esa web no solo podrás obtener el trabajo que necesitas fácilmente, también podrás tener la certeza de que superará todos los test anticopia, gracias a que siempre es original. Es más, permite la opción de dar una serie de pautas para que el trabajo sea personalizado. Eso ayuda a que miles de alumnos tengan buena nota en el trabajo y se puedan centrar en los estudios.
Lo importante es tener la certeza de que el trabajo que se va a presentar es el adecuado y sobre todo sigue las líneas que el tutor nos recomienda. No cometas el error de copiar trabajos que se suben a la red o rápidamente te pillarán. Cada vez hay herramientas más potentes, por lo que copiar irá relacionado con suspender y tener que renovar, lo cual no sale barato.
A su vez, a la hora de hacer un TFG, debemos saber que la ayuda del tutor es importante. No solo tenemos que usar su ayuda para saber qué tenemos que hacer, también está para orientarnos. Por ese motivo, te mostramos las funciones principales del tutor frente a un TFG.
Principales responsabilidades del tutor
Hay que dejar claro que el tutor no es el que va a tener que hacer el trabajo, sino que el mismo debe ser realizado por el alumno. Como es un trabajo importante, las universidades siempre dan plazos de varios meses. Así el alumno tiene tiempo suficiente para investigar y hacer el trabajo para poderlo presentar a tiempo.
- Tutorizar el trabajo: una de las principales tareas del profesor es tutorizar el trabajo. Eso significa que tienen que dar una serie de pautas por las cuales el alumno se guíe y haga un buen trabajo. A su vez, si el alumno lo desea también puede ayudarle a través de correcciones que siempre se deberán realizar a través de tutorías previamente pactadas. Para conseguirlo, la universidad suele ofrecer al tutor la potestad de asistir y orientar a los alumnos a la hora de realizar el TFG. Por supuesto, el alumno es libre de poner en práctica las orientaciones recibidas, al igual que tampoco está obligado a acudir a las tutorías.
- Programar un calendario de tutorías: otra de las principales funcionalidades del tutor es programar un horario de tutorías. El objetivo es conseguir que los alumnos interesados en recibir ayuda acudan a esas tutorías y el profesor les ayude. Como hemos comentado anteriormente, solo tiene que orientar, no realizar el trabajo. Es verdad que, dependiendo del tutor, la ayuda será mayor o menor, pero nunca debe influir de manera directa en el trabajo.
- Emitir informes: también es el encargado de emitir el informe en el cual el alumno recibirá la información necesaria sobre el trabajo. En esa información se mostrarán las pautas y los tiempos previstos para presentar el trabajo. Normalmente se suele dar varios meses para la elaboración del trabajo, siendo la media de unos cuatro. Pero en ocasiones puede ser superior.
- Tramitar el depósito telemático del TFG: es otra de sus funciones. El tutor tendrá que hacer ese trámite. Eso significa que será el encargado de dar fe de que el mismo ha sido presentado a tiempo.
¿Cuáles no son las funciones del tutor en un TFG?
El alumno debe saber que la ayuda del tutor tiene un límite, es decir, el profesional no puede realizar las siguientes cosas.
- Corregir errores gramáticos: no debe corregir errores gramaticales al igual que tampoco puede corregir los errores de estilo. Lo único que puede hacer es dar orientaciones para que el TFG coja una dirección adecuada y en consecuencia sea más fácil de acabar.
- Borradores TFG: para ver si el camino que está tomando el trabajo es el adecuado, el tutor no puede revisar los borradores. Tiene que ser el propio alumno el que los revise para ver si realmente está haciendo bien el trabajo o hace falta realizar modificaciones.
- Supervisar en exceso un TFG: es algo que no debe hacer, aunque es verdad que no todos los tutores lo cumplen. Dentro de un mismo periodo de convocatoria el número de supervisiones siempre debería estar limitado.
Responsabilidades del alumno
El alumno también tiene una serie de responsabilidades. Algunas de las principales son las siguientes:
- Informar al tutor: debe informar de la evolución del TFG al tutor. El objetivo es evitar maniobras raras que puedan hacer sospechar que el trabajo realmente no ha sido realizado por el alumno.
- Asistir a tutorías: debe asistir a las tutorías para obtener ideas y recomendaciones con las cuales hacer un TFG de calidad. No todos los alumnos asisten a todas, pero sí que se debería asistir para tener más opciones de éxito.
- Presentar el TFG con antelación: siempre se debe presentar al tutor con antelación para que haga sus funciones. Dependiendo de la universidad, el periodo de entrega deberá ser mayor o menor. Pero normalmente se suele exigir que el alumno entregue el trabajo al menos con tres semanas de antelación. Luego el tutor ya hará la presentación a través del depósito telemático siguiendo las instrucciones de la universidad.