¿Te has preguntado alguna vez quién es la persona encargada de determinar la personalidad, el aroma, el color y el equilibrio de un vino? Desde la elección de la uva hasta la comercialización del vino, el enólogo sigue de cerca todos los pasos de este proceso, tomando todo tipo de decisiones para alcanzar el producto final deseado.
Estamos ante la piedra angular en la elaboración de una de las bebidas con más adeptos en todo el mundo, en la que recae una gran responsabilidad e importancia.
Hoy abordamos la figura, casi desconocida y, a la vez, clave, del enólogo.
¿Qué es un enólogo?
El enólogo personifica la figura humana más importante de todo proceso de elaboración del vino. Sobre él recaen las decisiones más importantes durante dicho proceso.
Se trata de aquel profesional del mundo del vino capacitado para diseñar, gestionar y supervisar todas las actividades, métodos y técnicas del cultivo de la vid, de la elaboración del vino y de otros productos de la vid.
Su objetivo es garantizar la calidad del vino y potenciar, a través de análisis tanto técnicos como sensoriales, las características organolépticas deseadas (sabor, textura, olor, color o temperatura). Además, un enólogo debe supervisar la manera en la que la materia prima y los productos ya elaborados son almacenados y conservados.
A continuación, abordaremos más en profundidad las funciones de esta figura clave en la elaboración del vino.
Funciones de un enólogo
Las funciones del enólogo engloban, como hemos dicho al comienzo, desde la selección de la uva hasta el embotellamiento y comercialización del producto.
Selección de la materia prima
Se trata de un exhaustivo trabajo en el que se eligen las variedades de uva deseadas, a través de la elección de las cepas y combinando las que se considere oportunas a fin de conseguir el producto final deseado. Se trata de un proceso muy importante pues es la calidad de la uva la que determina, en gran medida, la calidad del vino.
En esta selección se tienen en cuenta aspectos como: la madurez de la vendimia (pH, acidez total y contenido en azúcares); compuestos de calidad (polifenoles, antocianos, color y potasio) y la sanidad de la uva (ácido glucónico).
Cuidado de la vid
Dado que es el medio del donde emanará el futuro vino, el cuidado de los viñedos es indispensable para crear un producto de calidad. Si bien es cierto que hay factores de tipo climatológico que influyen en el cuidado y mantenimiento de la vid, los enólogos junto con el resto del equipo y el ingeniero agrónomo, recorren todo el viñedo a fin de prevenir o detectar posibles enfermedades.
Cada viña tiene una personalidad propia que transmite al vino. Así, encontramos una infinita variedad que hace que podamos encontrar el vino perfecto para cada ocasión especial de nuestras vidas. Y si hablamos de variedad, hablamos de BodegasArane, donde podrás encontrar vinos selectos y sorprendentes. Así, el enólogo, de la mano de viticultor, se asegurará de mantener unas condiciones óptimas para el crecimiento de la vid, cuna del buen vino.
Análisis en el laboratorio
Dado que el perfil del enólogo es esencialmente técnico, también desarrolla análisis en el laboratorio de carácter físico, químico y microbiológico, así como sensoriales y organolépticos. Estos análisis tienen, como finalidad, la calidad y eficiencia de los procesos de producción del vino.
El enólogo es, además, el encargado de controlar y verificar dichos análisis durante todo el proceso, desde la producción hasta la fermentación.
Gestión de los procesos de elaboración y producción del vino
El enólogo se encarga, también, de velar por el cumplimiento de las normativas sanitarias y de seguridad en el trabajo durante todas las fases de producción del vino, arrancando con el cultivo en el viñedo. Además, también supervisa la formación de los profesionales de la bodega.
En esta labor de supervisión, también se preocupar por asegurarse de que se cumplen todos los aspectos legales en lo referente a la producción del vino, el etiquetado y la venta. También vela por el cumplimiento de los requisitos de elaboración estipulados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen correspondiente.
Comercialización del producto
En la última fase de producción, el enólogo supervisa el embotellamiento y la conservación del vino. Además, va controlando cómo se añeja, realizando diferentes catas. Una vez listo para comercializar, se encargará de la distribución y venta del producto, fase en la cual también colaborará con los departamentos de marketing de las bodegas.
Salidas laborales de la enología
Perteneciente a la rama de ciencias, si te decides por el estudio de esta fascinante disciplina habrás de saber que puedes desempeñar tu oficio en diferentes campos relacionados con el mundo de la vitivinicultura.
En su mayoría, son salidas vinculadas a las bodegas, el turismo o la restauración.
Con esta formación, estarás capacitado para ejercer la profesión de enólogo en:
- Bodega, ejerciendo el control en el proceso de elaboración de los vinos, la gestión de la bodega o realizando el control de calidad.
- Viñedos, donde colaborarás en el cultivo y controlarás el proceso de maduración de la uva. También serás el encargado de detectar posibles afecciones que pueda sufrir la vid.
- Laboratorios, realizando análisis químicos, físicos, microbiológicos y organolépticos relacionados con la Enología.
- Empresas dedicadas a la fabricación de maquinaria e instalaciones empleadas en bodegas o a la elaboración de productos enológicos, derivados…
- Como asesor técnico a viticultores y bodegas.
- Como formador, transmitiendo tus conocimientos a través de cursos especializados en el área del sector vitivinícola.
- Como investigador en centros universitarios, empresas…
- Como sumiller en el sector de la restauración.