En el ámbito jurídico y legal son múltiples las funciones y tareas que deben desempeñarse, por lo que la cantidad de profesionales capacitados que se requiere en esta área es verdaderamente amplia. Por supuesto, la calidad técnica de cada uno de estas personas debe ser sumamente elevada, en consonancia con la seriedad que requiere tal responsabilidad.
Uno de estos cargos, que quizás no sea uno de los más conocidos para los poco conocedores de la materia, es el de traductor jurado. Para este cargo se requiere de una persona altamente formada académicamente y, sobre todo, certificada por organismos internacionales que avalen con creces sus oficios.
Si deseas conocer a profundidad los menesteres y requerimientos competentes a un traductor jurado, entonces estás en el lugar correcto. En las siguientes líneas hablaremos un poco más a profundidad sobre las responsabilidades de este cargo profesional en el área de las leyes, así como otros detalles de tan importante profesión.
Si te interesa llegar a ser un traductor jurado, presta especial atención a la sección en donde explicamos lo referente a los estudios universitarios que se requieren para este trabajo. De más está decir que se trata de una carrera prestigiosa que ofrece buenas oportunidades de crecimiento profesional en todo el mundo.
¡Comencemos!
¿Qué es un traductor jurado?
Como ya te imaginarás un traductor jurado es un perfil profesional dedicado a la traducción de documentos con fines legales. Mediante su sello y su firma es capaz de autenticar cualquier documento emitido en idioma extranjero, como por ejemplo, testamentos, certificados de matrimonio, poderes notariales, patentes, certificados académicos, entre otros.
Por lo menos en el caso de España, un traductor jurado es la única persona con las competencias para realizar traducciones de carácter oficial ante organismos públicos (fuente: GeaJuridicas). Por tal motivo se trata de un perfil bastante requerido, sobre todo por migrantes que realizan sus procesos de estadía legal en el país.
En resumen, el principal objetivo de un traductor jurado consiste en proporcionar validez legal a un documento emitido en una lengua extranjera, validez con exacta correspondencia a la que tal documento tendría en su país de origen. Como puedes ver, se trata de una gran responsabilidad que amerita un alto grado de capacitación técnica.
Cabe destacar que, en la actualidad, es una carrera que no cuenta con demasiada oferta en algunos países de Europa, siendo esta una de las zonas que más requieren de este servicio debido a la migración. Por tal motivo, estudiar y certificarte en esta carrera es una gran opción, pero que no está libre de dificultades.
¿Qué estudia un traductor jurado?
Evidentemente, antes de llegar a desempeñarse como traductor jurado, el aspirante debe pasar por una serie de rígidos estudios universitarios. Aunque en el área de la traducción hoy están de moda los autodidactas que aprenden a traducir a la perfección en un idioma extranjero, para la traducción legal la realidad es mucho más compleja y se requiere más que solo la experticia.
Puntualmente, un aspirante a traductor jurado debe tener una certificación específica en el área, como una Licenciatura en Traducción o alguna carrera afín. Para este perfil se valoran mucho las especializaciones, como un postgrado en lingüística que avale las habilidades de traducción en lo que a semántica y sintaxis se refiere.
Generalmente, durante la carrera de Traducción, se especializa a los estudiantes en el idioma inglés; sin embargo, y dependiendo del área específica en donde se piense ejercer, sería útil aprender otros idiomas más adecuados para la realidad migratoria del país. Por ejemplo, en España es poco común que personas de habla inglesa migren, por lo que puede ser mejor idea especializarse en otro idioma.
Otra de las razones por las que las especializaciones son tan valiosas en esta carrera es porque, a pesar de no tener demasiada competencia, generalmente los traductores jurados establecidos tienen un alto nivel de experiencia, por lo que un traductor novicio debe demostrar en su curriculum tener habilidades destacadas para ejercer el cargo.
¿Qué funciones realiza un traductor jurado?
Tal y como habíamos mencionado anteriormente, la principal función de un traductor jurado es la de dotar de legalidad un documento emitido en lengua extranjera; no obstante, esto no significa que sea la única función correspondiente a este cargo. De hecho, te sorprenderá saber las muchas otras responsabilidades en la que se puede desempeñar un traductor jurado.
Otra de las funciones más requeridas para estos profesionales, es la de avalar que una traducción hecha por un tercero a un documento de índole legal sea correcta. De este modo, los organismos gubernamentales contarán con plena seguridad de que un documento traducido llevado por una persona natural realmente contiene la información descrita en el mismo.
Algunos de los documentos más usuales que requieren una traducción jurada son las apostillas, documentos administrativos, títulos legales, documentos comerciales y documentos para notarías. Todo esto, cabe destacar, apegado a las normas de protección de confidencialidad de documentos del respectivo país.
Entre las funciones específicas que un traductor puede ejercer en cada documento destacan algunas como eliminar partes del texto del documento, así como añadir dependiendo siempre de que ayude a esclarecer una idea o concepto del mismo. Un traductor jurado también puede funcionar en labores de asesoría.
“Tal y como habíamos mencionado anteriormente, la principal función de un traductor jurado es la de dotar de legalidad un documento emitido en lengua extranjera; no obstante, esto no significa que sea la única función correspondiente a este cargo.”
¿Cómo llegar a ser traductor jurado?
Como ya mencionamos líneas más arribas, para ser traductor jurado la formación académica es básicamente indispensable y pondrá al aspirante muy por encima de quienes no tengan estudios formales, por muy avanzadas que sean sus habilidades para traducir desde cualquier idioma.
Posteriormente, el solicitante deberá pasar una serie de pruebas emitidas por los organismos públicos que avalen las competencias del traductor. En el caso de España, el ente encargado de esta tarea es la Oficia de Interpretación de Lenguas, organismo directamente relacionado con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
No obstante, también puedes ejercer dentro de España con un título emitido en el extranjero; el requerimiento principal para ejercer de esta manera es disponer de las cualificaciones profesionales análogas debidamente obtenidas en algún otro país de la Unión Europea o, en su defecto, del Espacio Económico Europeo.
Por último, es necesario destacar que no tener el título de traductor no es excluyente en el caso tanto de profesionales españoles como extranjeros. Las carreras admitidas para desempeñar este cargo deben corresponder al ámbito de la licenciatura, ingeniería técnica o arquitectura técnica con sus debidas especializaciones certificadas.
¿Dónde trabaja un traductor jurado?
Un traductor jurado puede trabajar tanto el sector público como en el privado. En el caso de elegir el sector público, el aspirante deberá adquirir el cargo por la vía de las oposiciones, y los organismos que las extienden generalmente son ministerios, comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos.
En el caso del sector privado, el aspirante deberá optar por ingresar a una agencia de traducciones, que precisamente requieren de este perfil profesional para certificar y traducir los documentos de sus clientes o empresas afiliadas, un campo que, cabe destacar, resulta bastante lucrativo y con muchas oportunidades de crecimiento para el profesional.