Puestos de trabajo

Funciones de un fiscal

La figura del fiscal es la del funcionario responsable de representar a los poderes públicos durante los procesos judiciales. Su fin es defender la legalidad pública en base a las leyes y normativas establecidas en cada país. El fiscal es la persona a la que le corresponde desempeñar las funciones de manera directa o indirecta en un proceso penal.

El acceso a esta profesión en España está regulado a través de oposiciones, ya que se trata de un funcionario —o magistrado, en algunos países— dependiente del Ministerio Fiscal, o fiscalía, con autonomía del Poder Judicial. Estos deben actual garantizando los principios de unidad de acción —para evitar la duplicidad de actividades o interferencias—, la jerarquía y la imparcialidad.

A continuación, te explicamos todo lo que tiene que ver con este puesto de trabajo. Te hablamos sobre cuáles son sus funciones, pasos a seguir para ser fiscal e información sobre el sueldo de los fiscales en la actualidad. ¡Comenzamos!

¿Qué es un fiscal?

El fiscal, también conocido como agente fiscal, agente del ministerio público, procurador fiscal o promotor fiscal, es la persona que se encarga de defender la legalidad pública. Los fiscales son funcionarios dependientes del Ministerio Fiscal que actúan en los procesos penales como representantes públicos. Entre sus funciones principales, destaca la de defender a los ciudadanos y promover la acción de la justicia de manera que se atenga a la legalidad, así como defender la independencia de los jueces y tribunales —como veremos más abajo—.

Los fiscales, como comentábamos, forman parte del Ministerio Fiscal. Este está integrado por un Fiscal General del Estado que es propuesto por el gobierno para su nombramiento y nombrado por el rey para un periodo de 4 años. Esta institución independiente e integrada en el poder judicial, tiene autonomía funcional. La misma está formada por varias fiscalías, como pueden ser la fiscalía contra la corrupción y la criminalidad organizada. Así mismo, podemos encontrar fiscalías territoriales vinculadas a los distintos tribunales del poder judicial.

Los fiscales actúan siguiendo las instrucciones del Fiscal General del Estado.

Los fiscales son asignados de manera territorial. Esta asignación puede ser por distritos, circunscripciones o comunas. Ahora bien, existe un esquema de flexibilidad y adecuación a las necesidades fluctuantes de persecución criminal.

Funciones de los fiscales

Según podemos encontrar en el capítulo 3 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, las funciones del Ministerio Fiscal y, por consiguiente, de los fiscales son las siguientes:

  1. Velar por el cumplimiento de la función jurisdiccional, conforme a las leyes, plazos y términos señalados.
  2. Defender la independencia de los jueces y tribunales.
  3. Velar por el respeto de las instituciones constitucionales, derechos fundamentales y libertades públicas.
  4. Ejercer las acciones penales y civiles derivadas de delitos y faltas.
  5. Intervención en el proceso penal.
  6. Tomar parte en los procesos relativos al estado civil.
  7. Intervención en los procesos civiles en los que está comprometido el interés social o en caso de que pueda afectar a personas menores, incapaces o desvalidas.
  8. Mantener la integridad de la jurisdicción y competencia de los jueces y tribunales.
  9. Velar por el cumplimiento de las resoluciones judiciales de interés público y social.
  10. Velar por la protección procesar de las víctimas, así como de los testigos y peritos.
  11. Intervención en los procesos judiciales de amparo, además de intervenir en las cuestiones de inconstitucionalidad.
  12. Interposición del recurso de amparo.
  13. Ejercer las funciones de responsabilidad penal de menores orientando su actuación a la satisfacción de interés superior del menor.
  14. Intervención en supuestos y defender la legalidad en los procesos contencioso-administrativos y laborales siempre que la ley lo precise.
  15. Prestar auxilio judicial internacional.
  16. Otras funciones establecidas por el ordenamiento judicial estatal.

Cómo ser fiscal

El acceso a fiscal, como hacíamos mención en la introducción, se realiza a través de oposiciones públicas a Grupo A1 —para jueces y fiscales—. El acceso a las carreras judicial y fiscal fueron unificadas para concurrir a una única convocatoria de las plazas para las dos oposiciones, según fue establecido por la Ley Orgánica 9/2000, de 22 de diciembre. Es decir, los ejercicios y programas para ambos cuerpos son los mismos de manera que una vez superados los ejercicios, el opositor debe elegir a qué opción le da mayor prioridad. Las preferencias en el momento de elección van en función de la mejor calificación obtenida por parte de los opositores. A partir de ahí el procedimiento varía entre ambas profesiones, ya que cada uno debe realizar un curso específico para poder comenzar con su carrera profesional.

Para ser juez hay que realizar un curso teórico-práctico en la Escuela Judicial y para ser fiscal en el Centro de Estudios Jurídicos de la Administración de Justicia.

En cuanto al temario, aprobado en el BOE de 8 de julio de 2019, nos encontramos un total de 325 temas. Los mismos se distribuyen de la siguiente forma:

  • Derecho Constitucional: 27 temas.
  • Derecho Civil: 93 temas.
  • Derecho Penal: 34 temas.
  • Derecho Procesal Civil: 58 temas.
  • Derecho Procesal Penal: 39 temas.
  • Derecho Mercantil: 16 temas.
  • Derecho Administrativo y Laboral: 28 temas.

Ahora bien, los requisitos de acceso para poder opositar implican, necesariamente, disponer del Grado en Derecho —o licenciatura—, así como contar con la nacionalidad española, ser mayor de edad, no haber alcanzado la edad de jubilación y no haber sido condenado por delito doloso a penas privativas de libertad mayores de 3 años.

¿Cuánto cobra un fiscal?

El sueldo del fiscal es uno de los más valorados y mejor compensados debido a la cantidad de funciones que ejercen y la relevancia de su cargo. Así pues, un fiscal en sus primeros meses de prácticas puede cobrar hasta los 1.200 € al mes. Ahora bien, durante los primeros años, el sueldo del fiscal mejora considerablemente en una cifra que varía de los 2.600 € hasta los 3.400 € al mes —dependiendo de las bonificaciones, la antigüedad, el lugar de trabajo, los pluses, etc.—. En base a la adquisición de la experiencia que vaya adquiriendo el fiscal con el paso del tiempo, el suelo puede aumentar hasta un máximo de 7.500 € euros al mes, lo que equivaldría a un sueldo neto de 105.000 € al año. Sin olvidar la estabilidad laboral que supone el haber aprobado la oposición y contar con una plaza fija.