Consejos prácticos

Diferencia entre traducción jurada y jurídica

Hay diferentes circunstancias que te pueden llevar a necesitar una traducción de tipo legal. En algunas situaciones puede ser por un tema personal, como una mudanza al extranjero, y en otras se puede dar por el ámbito laboral, por hacer negocios internacionales o ir a trabajar a otro lugar. No es algo cotidiano, por lo que, cuando ocurre, a veces se tiene una gran falta de conocimiento sobre los trámites imprescindibles.

A la hora de traducir los documentos que son oficiales te enfrentarás a dos opciones: la traducción jurada o jurídica. En los dos casos se trata de procesos que cambian los textos de un idioma original a otro extranjero, sin embargo, hay diferencias importantes entre ellos.

En este artículo queremos explicarte en qué consiste cada una de estas modalidades de traducción y cuáles son sus diferencias más relevantes. De esta forma, tendrás la oportunidad de escoger la más adecuada según tus circunstancias.

¿Qué es la traducción jurídica?

La traducción jurídica es el cambio de idioma que se produce en documentos que son legales, esto incluye a los contratos, las políticas de empresa o los documentos judiciales. El motivo de estas traducciones suele ser de tipo interno, para exponerlos a todas sedes de una misma compañía, o bien para presentar demandas en los tribunales. Por este motivo deben ser elaborados por un traductor jurídico que garantice la exactitud en el cambio de lengua.

Para hacerlas solo hay que contratar a uno de estos especialistas y no es necesario ocuparse de que vayan selladas o pasen un criterio de evaluación. Esto significa que suelen ser relativamente económicas y que el proceso se puede agilizar. Lo importante será en todo caso que se refleje con precisión el significado de los textos, ya que al hablar de cuestiones legales la inexactitud puede crear problemas bastante serios.

¿Qué es la traducción jurada?

La traducción jurada será aquella que va a ir autentificada por un traductor jurado habilitado para ello y que tiene su sello oficial o que ha pasado por una notaría. Se emplea habitualmente en documentos que son oficiales como las partidas de nacimiento, los contratos de matrimonio o las titulaciones universitarias. Es lo que garantiza que se trata de un documento totalmente legal y oficial, por lo que se solicita a la hora de realizar trámites con las administraciones públicas y demás.

En este caso, el traductor jurado tendrá que conocer con precisión los dos idiomas y realizar un cambio de idioma que no de pie a la interpretación: lo más literal que sea posible y sin modificar un solo párrafo. Son profesionales que están habilitados para este trabajo desde el ámbito gubernamental y que tienen una licencia específica para ejercer estas funciones. Por todas estas características, esta traducción puede ser algo más costosa que la anterior.

Las diferencias entre traducción jurada y jurídica

Hay matices importantes que conviene diferenciar entre un tipo de traducción u otra. En la jurídica va a ser muy relevante que se conozca bien el lenguaje legal y que se respete a la hora de cambiar el idioma, por lo que es conveniente que el procesional esté especializado en ello o que tenga una carrera relacionada con el derecho, es decir, que no sea un simple traductor o intérprete.

En la jurada lo crucial va a ser la literalidad de los textos con cada una de las palabras o expresiones. No es tanto la cuestión legal como la precisión en cada cita, por lo que en este caso el profesional tiene que dominar muy bien ambos idiomas con sus expresiones concretas y particularidades.

Como ves, una clave fundamental para diferenciar estas dos traducciones está en el experto que se va a dedicar a realizarlas. Es importante conocer los dos perfiles para entender la diferencia.

El traductor jurídico

El traductor jurídico es un profesional del ámbito legal con grandes conocimientos en dos idiomas. Su labor es cambiar a otra lengua el documento, respetando el sentido legal de un contrato o de un texto, con mucha precisión y haciendo que adquiera el mismo significado en los dos idiomas. Esto permite que todas las personas en diferentes países o de diversas lenguas puedan seguir las indicaciones legales del párrafo sin confusión y sin matices variables.

El traductor jurado

El traductor jurado es un experto en ambos idiomas en su totalidad, por lo que puede cambiar los textos a otra lengua con extrema literalidad. Como son documentos de tipo oficial, estos no tienen por qué tener carga contractual, así que no es tan valioso que conozcan los detalles del derecho pero sí del idioma. Para ejercer esta profesión es imprescindible que el Estado habilite al experto como traductor jurado oficial, pasando las pruebas pertinentes y obteniendo un sello. Este sello y su firma van a acompañar a cada una de las traducciones para convertirlas al carácter oficial.

¿Cuándo emplear una traducción jurídica o jurada?

La traducción jurídica es interesante para cualquier documento que tenga una carga legal que se desea respetar en todo momento. Si se pasan circulares sobre las condiciones o políticas de la empresa a varios países, es importante que todos las interpreten de la misma manera, así que conviene contratar a uno de estos expertos. Sin embargo, como esto es algo interno y privado, no es necesario que vayan con la oficialidad de un traductor jurado de por medio, y será más relevante que se respete el sentido del texto.

No obstante, en los casos en los que se pretenden hacer trámites oficiales en un lugar con idioma diferente, entonces hay que acudir a un traductor jurado. Si lo que deseas es ir a estudiar al extranjero y quieres mostrar la legalidad de tu titulación en universidades públicas españolas, es el profesional jurado el que lo va a proporcionar. Lo mismo ocurre si tienes que verificar tu nacionalidad, un contrato de matrimonio o tu partida de nacimiento, algo que te pueden solicitar si deseas mudarte al extranjero o trabajar fuera. Los gobiernos no van a admitir ningún otro tipo de traducción, ya que esto no les garantiza que sean documentos oficiales y totalmente verídicos.